El uso de maquetas en Educación Primaria para estudiar los órganos sensoriales puede resultar muy beneficioso, ya que los niños y niñas no suelen establecer una conexión entre ellos y piensan que funcionan de forma aislada, sin ser parte de ningún sistema.
Por lo tanto, las maquetas ayudan a entender mejor este proceso de percepción sensorial, ya que permiten una visión tridimensional de los sistemas internos, con su ubicación y conexiones.
De esta manera, en una de las prácticas de laboratorio que llevamos a cabo en clase, se nos propuso realizar una maqueta en la que se viera el funcionamiento de recepción de un estímulo a través del ojo, resaltando la actividad cerebral que este provoca.
Los materiales necesarios fueron:
En caso de haber tenido más tiempo y materiales, la maqueta habría estado más elaborada. Podríamos haber hecho una representación del cerebro, para colocar ahí la bombilla; el ojo podría representarse más cerca del interruptor, de manera que al abrirse o cerrarse se accionase el interruptor; y la pila se habría sujetado mejor y se colocaría de forma más disimulada. De esta forma se vería mucho más fácilmente el ojo, que al abrirse y recibir el estímulo por la luz, acciona un interruptor que hace que se active una zona del cerebro, representado con la luz de la bombilla.